Todo escritor escribe para sí mismo, todo texto que sea escrito por uno mismo siempre será para él, no obstante, hay quienes escribimos y no nos hacemos llamar autores, ni literarios, simplemente somos inadaptados que ofrecen a otras personas aquello que quieren escuchar. Me duele pensar que no hayan niños quienes intentan experimentar una literatura ácida, me extraña comentar con otros escritores que la esencia de la juventud ahora se trata de comprar marcas y llevar el mejor teléfono.
La cuestión es la siguiente, pocas personas son las que vomitan textos y me aterra la desaparición de nuestro estilo de narrativa. Somos gente perturbada que intenta hacerse hueco en el mundo literario, queremos abrir mentes con nuestra locura expresada en caracteres. Hacer disfrutar de la esquizofrenia escrita, de crear un propio espacio en el cual tu cuerpo está en la realidad pero tu mente baga por todos mis pensamientos. Esto la gente lo está perdiendo, inclusive los jóvenes, quienes serán el fundamento de los siguientes.
Sid Trip
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